¿A quién complaces?

 

Gálatas 1:10 ¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo. (NVI)

 

¡Alguien se va a enojar contigo en un momento dado! Es imposible que hagas la voluntad de Dios y que agrades a todo el mundo. Aclaremos estos conceptos de una manera bien sencilla.

• El enemigo Satanás siempre se opone a la voluntad de Dios.
  
• Siempre habrá personas que se dejen usar por el enemigo. (Aun los más "espirituales")
  
• Las personas que se dejan usar por el enemigo tampoco querrán la voluntad de Dios.
  

Conclusión:

Existirá resistencia de parte de personas cuando usted haga la voluntad de Dios.

 

    En la porción bíblica arriba discutida el Apóstol Pablo había sido atacado por otros predicadores. Los mismos estaban cuestionando su capacidad para ensenar y ejecutar como funcionario de Dios. El panorama aparenta indicar que Pablo enojo a unas personas simplemente porque no estaba dispuesto a complacerlos. Las personas que tienden a enojarse con uno son las que uno no puede complacer. Por más que usted quiera no podrá complacer a todo el mundo por dos razones sencillas; 1) Existen personas que se dejan usar por el diablo, 2) No todo el mundo piensa de la misma manera. Supongamos que usted tiene dos amigos llamados Juan y Pedro. Juan le gusta usted use el pelo color rojo, pero a Pedro le gusta el pelo color azul. ¿Como podrás complacer ambos a la misma vez? Quizás su respuesta será, pinto la mitad de mi pelo color rojo y el otro color azul. Pues amado amigo eso solo funcionara mientras te mantengas con dos amigos, porque en cuanto llegue el tercero o cuarto acabaras con un arcoíris en su cabeza.

 

    El Apóstol Pablo entendió que había enojado algunas personas y que los mismos se le oponían e incluso cuestionaban sus capacidades. Pero Pablo se mantuvo claro que lo que había recibido era de Dios y estaba tan seguro que estaba haciendo la voluntad de Dios que no podía retroceder.

 

 

¡Procura agradar y servirle a Dios tomando en cuenta que no siempre es el camino de los hombres! (Isaías 55:8-9) Tenga cuidado que no hagas como Pedro frente al maltrato de los soldados romanos. El mismo se doblego y negó conocer a Jesús por complacer a una joven que lo confronto. El gallo cantara y te sentirás igual de miserable de lo que sintió Pedro.