Salmos 24:3-4 ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos.
La persona que realmente ama a Dios procura constantemente acercarse a el. Entrar en la intimidad con Dios es nuestro mayor anhelo. El salmista nos da una increíble enseñanza en este versículo, el había descubierto el camino hacia la intimidad con Dios. Al igual que en toda relación de amor el salmista había encontrado como mejorar su intimidad con Dios. ¡Había encontrado un nuevo nivel espiritual!
Para el pueblo hebreo las manos representaban las actividades que ejecutaba. Era un simbolismo quien eras en verdad. Los sacerdotes se lavaban las manos antes de ejecutar sus funciones, el pueblo se lavaba la manos antes de comer en símbolo de respeto, era una manera de despojarte de la suciedad del pasado (contaminaciones del día, trabajas con tus manos luego te lavas las manos) para luego proceder a algo más personal.
La biblia dice que el único que puede acercarse a Dios es el que está dispuesto a limpiarse las manos….CAMINAR HACIA LA SANTIDAD…..
Dios tiene requisitos rígidos para aquellos que desean intimar con él. Necesitas limpiarte las manos, esto es equivalente a despojarte de todo pecado o condición que no edifique. Tienes que estar seguro que lo estas respetando y que guardas sus mandamientos. No es asunto de ser perfecto sino de CAMINAR HACIA la santidad.
La realidad es que entre más te acercas a Dios más evidente serán tus pecados. Comienzas a ver lo que antes no veías. Amaras tanto a Dios que no quieres fallarle ni caminar en los caminos incorrectos.
La explicación es fácil, el amor cambia las personas. Si al igual que el Salmista tu entiendes la santidad de Dios y aun así deseas caminar cerca de el harás todo lo posible para cambiar.
Ya sabes lo que debes hacer hoy…………SANTIDAD PARA INTIMIDAD
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